
De que se aprende más del éxito o del fracaso.
Un análisis de que cuando algo sale mal, siempre pensamos que es por factores externos e incontratables, no asumimos nunca nuestra responsabilidad.
«El éxito es aprender a ir de fracaso en fracaso sin desesperarse.»
Winston Churchill
Hace diez años realice una instalación de red de área local en donde existía un enlace WIFI a más de 2 kilómetros de distancia.
Era algo novedoso y en esa época casi no se montaba este tipo de enlaces.
Pues va: se realiza la instalación y prefecto todo a la primera. Realizas cuatro test y va como la seda.
Te lo crees y piensas que “Eres el mejor”. Cobras al cliente y te vas.
A los dos meses te laman que eso no funciona. Y empieza una pesadilla.
Esto me lleva a que ahora no me fio nunca de un resultado inicial y compruebo y reviso todos y cada uno de mis pasos.
Fue un éxito, pero eso me llevo a créemelo. Pensando que siempre las cosas salen bien.
Por otro lado: el fracaso y el asumir que el fallo fue mío. Me permitió revisar las maneras de realizar las cosas.
Gracias a que lo asumí desde un inicio y no perdí el tiempo en buscar escusas. Echándole la culpa a otras cosas, personas o factores externos. Me permitió mejorar y aprender tanto del fracaso como del éxito.
Por la regla general cuando algo sale mal no tendemos a asumir nuestra responsabilidad.
Por lo que a la larga y ante la misma situación volvemos a actuar igual. Y volvemos a fracasar. Porque creemos que al ser un factor externo no volverá s a fracasar.
Y al final el dicho se cumple. «El hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra».
Para saber más:
Si » el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra» es una verdad universal, yo añado que, después de esa piedra hay otras muchas más en las que vamos a tropezar seguro. Da igual si las piedras están a los lados, y en el centro tenemos ante nosotros un sendero libre de obstáculos.
El hombre, por naturaleza, tiende a complicarse la vida, cuando el camino más sencillo es el que está ante nosotros. No encuentro una respuesta al enigma de por qué miramos a los lados y tendemos a alejarnos de lo simple.