
Tenemos la idea, sabemos que es necesario un plan de empresa, pero ¿conocemos el mercado?
El famoso nicho de mercado es el que ahora nos trae de cabeza. Saber a quién va dirigido nuestro producto fruto de una idea inicial y quien lo podrá comprar. Es otro punto o quizás el más importante.

Tener una idea emprendedora es muy fácil.
Un día vas por la calle, te fijas y “¡¡¡HALA…!!!”. Se te enciende una bombilla con una nueva idea que rápidamente quieres llevar a la práctica y convertirla en una nueva empresa. ¿Y ahora qué?